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Algunos destaques:
• David Alfaro Siqueiros
Chihuahua, México, 1896 – Ciudad de México, México, 1974
Con quince años de edad, participa del paro de los estudiantes de Bellas Artes de México, visando la supresión de la enseñanza académica de pintura. Una de las consecuencias de ese paro consiste en la fundación, en 1913, de la primera escuela al aire libre en Santa Anita. Al año siguiente, participa junto con estudiantes y trabajadores de la revuelta en contra del gobierno de Huerta; en seguida se integra al ejército de la revolución mexicana y, al fin de cuatro años de combates, es promovido a capitán. En 1919, convirtiendo el sueldo de oficial en beca de estudios, embarca hacia Europa. En Paris, con Diego Rivera, elabora las bases del “arte monumental y heroica”, siguiendo el ejemplo de las grandes tradiciones prehispánicas de América, volviendo en seguida a México para retomar su lugar en la revolución. Enamorado tanto por el trabajo de pintor, como por la vida de líder sindical y político, Siqueiros participa de organizaciones de masa. Dirige paros, pasa a ser secretario general del sindicato de los artistas y también organiza sindicatos de mineros. El artista es preso diversas veces. Exiliado, trabaja en Los Angeles (EEUU), después en Uruguay y en Argentina (1932-1933). Funda, en Nueva York, en 1935, atelier experimental para estudio de la pintura mural. Durante la guerra civil española, promovido a teniente coronel, asume el comando de varias brigadas. Volviendo al México, en 1939, acusado de haber participado en un atentado contra Trotsky, es preso. Se exilia nuevamente y ejecuta vastas composiciones murales: Muerte al Invasor, en Chile, y Alegoría de la Igualdad Racial, en Cuba. Volviendo a México, decora innúmeros edificios públicos, sin dejar de pintar innúmeros cuadros, en los cuales experimenta nuevas técnicas. Sigue realizando muchos viajes. En 1961, preso nuevamente, es obligado a interrumpir la realización de dos frescos importantes, en los cuales trabaja hasta 12 horas al día, auxiliado por un equipo de colaboradores: El Arte Escénico en la Vida Social de México (92 m²), para el teatro de la Asociación de los Actores de México, y La Revolución Mexicana (450 m²), para el Museo de Antropología e Historia del Castillo de Chapultepec. Toda la obra de Siqueiros constituye una serie de experimentaciones y conquistas de nuevos materiales a servicio de la expresión monumental. ¿Qué hay de distintivo en el proyecto que desencadenó el muralismo mexicano? Muchos son los motivos para el predominio de las artes visuales y la primacía del muralismo. Uno de los motivos está asociado al compromiso del revolucionario José Vasconcelos – nombrado por Obregón como presidente de la Universidad y Ministro de la Educación – con el nombrado programa mural. Siqueiros sumerge en las fuentes de las tradiciones mexicanas, buscando unificarlas a través de una “pulsión colectiva”. Los lugares son seleccionados por él, modificados o construidos de modo a permitir que toda el área de la pared esté envuelta por el clima pictórico. Utiliza tintas industriales y pistola de chorro. Usa, también, proyector para distender las imágenes sobre la pared.
• Diego Rivera
Guanajuato, México, 1886 – Ciudad de México, México, 1957
Estudia en la Escuela de Bellas Artes de México y en los años de 1910 vive en Paris, conviviendo con los denominados artistas de la Escuela de Paris. Amigo de Modigliani, reconocido por Apolinaire, Rivera acompaña, con la actitud reservada, las evoluciones de los pintores Bateau-Lavoir: Picasso, Braque y Juan Gris. Con todo, no se siente a gusto entre los parisienses. Vuelve a México, empezando su descubierta de la tierra natal. Entusiasmado por el arte antigua de los mayas y de los aztecas, sufre también la influencia de los ideales revolucionarios que sopla por toda parte. Apoyado por las autoridades que le encomiendan piezas, abandona durante algún tiempo, la pintura de caballete, elaborando vastos frescos para establecimientos públicos, inspirados en la historia política y social de México. De esa manera, se convierte en el autor de la primera pintura mural mexicana de los tiempos modernos, en el Anfiteatro Bolívar de la Universidad, en 1922. Rivera elabora su obra con un lirismo repleto de fantasía. Siqueiros le llama de esnob; folclorista, arqueólogo, chauvinista, “orador académico” … pero su arte es perseguida por los mismos enemigos de Siqueiros. Rivera es un “contador de historias”, de la historia de México – o un pedagogo de sus momentos simbólicos – traducidos en imágenes de fácil reconocimiento. Algunos críticos de arte, como Jean Cosseau, apuntan Rivera como “un épico” con “temas que animan los pueblos y garantizan la grandeza de su historia”. Rivera está relacionado a la historia de México, como está relacionado a sus imágenes y a las sensaciones del día a día. Al fin de los años 1920, Rivera ya había alcanzado la celebridad y empezado sus obras más famosas, en el Ministerio de Educación (1923-1928), en Chapingo (1926-1927), en Cuernavaca (1929), en la escalinata del Palacio del Gobierno de México (1929-1935). Además de esas, del total de 4 mil m² que pintó: el panel del Instituto de Bellas Artes – réplica del que fue hecho para la Fundación Rockfeller (EEUU) – destruido por razones políticas en 1934 – y el Sueño de una Tarde Dominical en la Alameda Central (Hotel del Prado, 1947-1948) están entre las más conocidas. Lo más imponente mural se encuentra en escalinata del Palacio Nacional. Con sus 275 m², representa su ambicioso proyecto con el tema “historia del México”. En esa obra el pintor expresa su “sistema anecdótico” y su poder compositivo (cuyos esbozos a lápiz están en el Museo Frida Kahlo, también en Ciudad de México). El mismo sistema reaparece, casi veinte años más tarde, en Sueño de la Alameda – historia a través de un sueño, relacionada a la dulzura del “paseo dominical” – un cotidiano lleno de nostalgia, donde él mismo se reencuentra, niño gordo, bajo la protección de su Frida. Diego Rivera y la pintora Frida Kahlo viven juntos de 1929 a 1954 – hasta la muerte de Frida en una pintoresca casa de Coyoacan – barrio alejado de la capital. Es un período fundamental para la producción artística de ambos. El resultado de esa convivencia está también en Anahuacalli – hoy museo que conserva aproximadamente 16 mil piezas de escultura y cerámica precolombina. Coyoácan y Anahuacalli constituye importantes acervos para estudios sobre Rivera y Frida.
Informaciones sobre el artista en los sitios
http://diegorivera.com/indexesp.php
http://www.museodoloresolmedo.org/ http://www.anahuacallimuseo.org/framesetenglish.htm
• Frida Kahlo
Coyoacán, México, 1907 – 1954
Entre 1922 y 1925 frecuenta la Escuela Nacional Preparatoria del Distrito Federal de México y asiste clases de dibujo y modelado. En 1925, a los 18 años, aprende la técnica del grabado con Fernando Fernández. Pero sufre un grave accidente: un autobús en el cual viajaba se choca en un tren, accidente que hace la artista usar varios corsés ortopédicos de diferentes materiales, llegando incluso a pintar algunos de ellos (por ejemplo, el corsé de yeso intitulado "la columna partida"). En recurrencia de ese accidente, Frida hace varias cirugías. Durante su larga convalecencia empieza la práctica de la pintura, con una caja de tintas que pertenecía a su padre y con un caballete adaptado a la cama. En 1928, cuando Frida Kahlo entra en el Partido Comunista mexicano, conoce al muralista Diego Rivera, con quien se casa al año siguiente. Bajo la influencia de la obra del esposo, adopta el uso de zonas de colores amplias y simples en un estilo a propósito reconocido como ingenuo. La artista busca en su arte afirmar la identidad nacional mejicana, adoptando con mucha frecuencia temas del folclore y del arte popular de México. Entre 1930 y 1933 pasa la mayor parte del tiempo en Nueva York y Detroit con Rivera. Entre 1937 y 1939, León Trotsky vive en su casa de Coyoacán. En 1938, André Breton califica su obra de surrealista en un ensayo que escribe para la exposición de Kahlo en la galería Julien Levy de Nueva York. No obstante, ella misma declara: "pensaban que yo era una surrealista, pero no lo era. Nunca pinté sueños. Pintaba mi propia realidad". En 1939 expone en Paris en la galería Renón et Colle. A partir de 1943 da clases en la escuela La Esmeralda, en México. En 1953 la Galería de Arte Contemporánea de esta misma ciudad organiza una importante exposición en su homenaje. Algunos de sus primeros trabajos incluyen el Autorretrato con traje de terciopelo (1926), Retrato de Miguel N. Lira (1927), Retrato de Alicia Galant (1927) y Retrato de Christina, mi hermana (1928).
Informaciones sobre la artista en los sitios:
http://www.museofridakahlo.org/serviciosingles.html
http://www.museodoloresolmedo.org/
http://diegorivera.com/indexesp.php
De 15 diciembre de 2007 a 09 marzo 2008, Memorial de América Latina, en su Pabellón de la Creatividad Darcy Ribeiro en el espacio de exposiciones temporarias, realizó exposición y oficinas de la temática Só Fridas en homenaje a la artista mexicana Frida Khalo (1907-1954), cuyo centenario de nacimiento fue conmemorado en 2007. Todos los trabajos expuestos fueran idealizados y hechos por los alumnos del CEU Alvarenga y del curso supletorio de la Escola Estadual Prof. Dr. Lauro Pereira Travassos, con edad entre veinte y setenta años, que recriaran el microcosmo “de frida”, matizado de elementos de la cultura afrobrasileña y con la creatividad multicolor mexicana comisariada por el arte educador Jackson Matos. Talleres culturales de tres fueran ministrados entre 21 y 23 de febrero de 2008.
• José Clemente Orozco
Zapotlán, México, 1883-1949
Se puede decir que tanto Orozco como Rivera son iniciadores del muralismo mexicano moderno. Menos influenciado que Rivera por la pintura europea, Orozco está más cercano a las tradiciones aztecas. Elaborando los escorzos de los frescos, Orozco piensa más en rascacielos que en las casas y monumentos mexicanos, aunque las pirámides de los mayas y de los aztecas puedan justificar la elección. Para Orozco cada obra debe ejemplificar una reivindicación del hombre contemporáneo. Esa tendencia conduce el artista a dar a sus obras el carácter de apelo, de mensaje y, por consecuencia, llegar a un estilo cartel. Su arte no solo pide la atención del observador, “agarra al transeúnte”, se esfuerza por hacerlo seguir y lo logra. Muestra que la pintura moderna se puede orientar hacia el dominio que los pintores del final del siglo XIX habían despreciado, olvidando el ejemplo y las lecciones de Delacroix. Por la violencia dramática y sombría, su arte revela la revuelta del pueblo que sufrió injusticias. En los dibujos, en los grabados, en la pintura de caballete y, aún más, en las vastas composiciones murales, es el canto de la humanidad que se hace oír. En ellas se ve tanto el poeta como el soldado, el campesino, el jefe, el esclavo o el hombre libre. Son numerosas sus obras murales. Se pueden ser destacadas: la Casa de los Azulejos (1925); la Nueva Escuela para Investigación Social (1931), en Nueva York: el Palacio de Bellas Artes, de Ciudad de México (1934), el Anfiteatro, de Ciudad de Guadalajara (1936), los seis paneles muebles para el Museo de Arte Moderna, MoMA, Nueva York (1940); el Salón de Reforma, en el Museo Nacional de Historia Chapultepec (1948); también la Cúpula del Hospicio Cabañas, en Guadalajara (1937-1939) – su obra más famosa. Actualmente, son lanzadas nuevas miradas sobre la producción de Orozco. Son observables, por ejemplo, que no solo las proporciones de las obras, pero la propia luz de su pintura corresponde a las de las ciudades del Nuevo Mundo. Lo que, probablemente, explique algunas resistencias o dificultades en la aceptación de Orozco. La crítica rotulaba Orozco, hasta poco tiempo atrás, como demasiado fiel a un determinado período de la historia mexicana. Pero poco a poco, se está estudiando Orozco no solo relacionándole al contexto, pero puntuando su visión estética.
• José Luis Cuevas
Ciudad de México, México, 1934
Diseñador y grabador. Sus primeros dibujos son de 1939. Durante el año de 1947, frecuenta la Escuela de Pintura y Escultura La Esmeralda. En el año posterior, tiene clases de grabado con Lola Cueto. Trabaja como ilustrador en periódicos y revistas de México. Empieza su participación en exposiciones en 1953. Recibe, entre otros, el premio Internacional de Dibujo, en la V Bienal de São Paulo, 1959. En 1984, recibe el título de doctor honoris causa, por la Universidad Autónoma de Sinaloa, México. De personalidad introspectiva, José Luis Cuevas es apasionado por literatura. Desde muy temprano entra en contacto con Dostoievski, Dickens, Romain Rolland. Su obra es, según el mismo, un trabajo literario. Su producción artística es inspirada en la figura humana. Son hombres y mujeres que conducen y trasparecen su fantasía o la dura realidad que le marca desde niño. El dolor le fascina. El artista retracta un mundo marginal y grotesco. Sus personajes son mendigos, locos, prostitutas. Ese relato/denuncia ocurre por trazos disformes, situaciones inesperadas, casi surreales. Colores locales caracterizan la “atmósfera”. En este Estudio, la deformidad es aún más perceptible, por el contraste de los colores y del fondo. Según Marta Traba, al mismo tiempo en que deforma sus criaturas más allá de los límites, Cuevas las recupera, dignificándolas como portadoras de vida, a despecho de su posición social.
• Ricardo Martínez
Ciudad de México, México, 1918
Nacido en una familia de artistas, Martínez realiza su primera exposición individual en Guadalajara en 1942, tras haberse relacionado con poetas e intelectuales durante su vivencia universitaria. Expone en Ciudad de México en su primera muestra individual en 1947. Al año siguiente, enseña en Colorado Springs Fine Arts Center y en 1949 en el San Diego College. Crea escenografías y realiza ilustraciones para textos poéticos. Focalizado por Marta Traba en La Zona del Silencio, Ricardo Martínez pertenece a una generación que surge en el medio artístico mejicano tras el período de academización del muralismo y su obra se inscribe, a partir de su producción de los años de 1960 y 1970, dentro del clima mítico característico de gran parte del arte de México contemporáneo, perceptible en un Tamayo y en un Toledo.
• Rufino Tamayo
Oaxaca, México, 1899 – Ciudad de México, México, 1991
Hijo de indígenas zapotecas, Rufino Tamayo nace en la ciudad arqueológica de Oaxaca, en el sur de México y aun joven pasa a vivir en la capital mejicana, donde empiezan sus estudios en la Escuela Nacional de Artes Plásticas San Carlos y expone por primera vez en 1926. Aunque fuera contemporáneo de los famosos muralistas políticos Diego Rivera, David Alfaro Siqueros y José Clemente Orozco, Tamayo da de espaldas a la llamada Arte Nacional inaugurada tras la revolución de 1910, desarrollando un lenguaje plástica que integra primorosamente colores y texturas. Atacado por la crítica nacionalista, es obligado a vivir en Nueva York. Vive también por 14 años en Paris. Cuando, en 1950, es premiado en la Bienal de Venecia y el mercado mejicano de arte se sometió a la calidad de su trabajo, Tamayo consigue volver a su país. Aunque Rivera y Frida Kahlo fueran más conocidos en el exterior, es Tamayo quien construye la base del Arte Contemporánea Mejicana. Los elementos que más le caracterizan – colores fuertes, abstraccionismo y “realismo fantástico” – están muy relacionados a Tamayo, que consigue transponer la inmensidad de los murales, en cuadros de caballete. En Brasil, Tamayo recibe el Gran Premio de la Bienal de São Paulo de 1953 y, en la Bienal de 1977, es homenajeado con una sala repleta de grabados, óleos y murales de su autoría. Crea, aún, en 1991, dos museos, un en su ciudad natal, para presentar su colección de arte y arqueología precolombina y otro, en Ciudad de México, para su colección de Arte Moderna internacional.
Otras informaciones sobre el tema se pueden investigar en la página web de la Biblioteca Virtual de América Latina – BV@L www.bvmemorial.fapesp.br
Elaboración de los artículos de artistas plásticos para la BV@L: Coordinación general Profa. Dra. Elza Ajzenberg; Investigación y Textos: Alecsandra Matias de Oliveira; Daisy Peccinini, Carmen Aranha, Cristina Freire, Lisbeth Rebollo Gonçalves; Helouise Costa; Evandro Nicolau; Maria Ângela Serri Francoio; Mariana Salzstein; Revisión: Paulo Roberto Amaral Barbosa; Eliany Cristina Ortiz Funari; Producción Editorial: Alecsandra Matias de Oliveira. Con el apoyo del Programa de Post grado Entre unidades en Estética e Historia de Arte de ECA/USP.
Coordenação da BV@L e temáticas: Marcia Rosetto
Bibliografía:
AJZENBERG, Elza, org. América, Américas: arte e memória. São Paulo: Programa de Pós-Graduação Interunidades em Estética e História da Arte da Universidade de São Paulo, 2007. 518p. ; Enciclopédia contemporânea da América Latina e do Caribe. São Paulo: Boitempo Editorial, 2006.