Sede de solemnidades y recepciones oficiales relacionadas a las cuestiones del subcontinente latinoamericano, el Salón de Actos Tiradentes es el corazón del Memorial. La luz, tenue, filtrada por una pared encristalada, llena el ambiente de 30 metros de altura. Esa “catedral profana” abriga la más importante obra de Cândido Portinari, el panel Tiradentes, de 1948, que mide 18,00 x 3,00 m, además de seis paneles en bajo relieve, construidos en hormigón aparente por los artistas plásticos Caribé y Poty, y que miden cada uno 4 x 15 m.
