Para mi fue un excepcional honor participar en esta obra colectiva tan plena de significado para nosotros de América Latina, que unió operarios, técnicos, engenieros, artistas, arquitectos, gobernantes, en el mismo entusiasmo contagioso.
Particularmente añado el gran placer de ver mi nombre relacionado a ese admirable proyecto de Oscar Niemeyer y de haber trabajado al lado del artistas que admiro.
Cuanto a mi trabajo, debo decir que nunca me sentí tan a gusto, pues los temas propuestos para mis paneles me son familiares: los indigenas, los imigrantes, los edificadores del progreso tienen mi especial cariño y siempre estuvieron presentes en mi obra.
Declaración publicada en el libro Integração das Artes, editado por Memorial de América Latina, en 1990, en la pag. 61.
