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Cândido Portinari nació el 29 de diciembre de 1903, en una hacienda de café cerca de la ciudad Brodósqui, en el estado de São Paulo. Hijo de inmigrantes italianos, de origen humilde, recibió solo la educación primaria y desde niño manifestó su vocación artística. Con quince años de edad fue para Rio de Janeiro en busca de un aprendizaje más sistemático en pintura, matriculándose en la Escola Nacional de Belas Artes. En 1928 conquista el Prêmio de Viagem ao Estrangeiro da Exposição Geral de Belas Artes, de tradición académica. Va hacia Paris, donde permanece durante todo el año 1930. Lejos de su pátria, echando de menos a su gente, Portinari decide, al volver a Brasil, en 1931, retratar en sus obras el pueblo brasileño, superando poco a poco su formación académica y hundiendo la ciencia antigua de la pintura a una personalidad experimentadora y antiacadémica moderna.
En 1935 obtiene su primer reconocimiento en exterior, la Segunda mención de honor en la exposición internacional del Carnegie Institute de Pittsburg, Estados Unidos, con una obra de grandes proporciones intitulada Café, retratando una escena de cosecha típica de su región de origen. La inclinación a la pintura mural de Portinari se revela con vigor en los paneles ejecutados en el Monumento Rodoviário en la estrada Rio de Janeiro-São Paulo, en 1936, y en las pinturas al fresco del nuevo edificio de Educação e Saúde, realizados entre 1936 y 1944. Eses trabajos, como conjunto y como concepción artística, representan un marco en la evolución del arte de Portinari, afirmando la opción por la temática social, que será el hilo conductor de toda su obra a partir de este momento.
Compañero de poetas, escritores, periodistas, diplomáticos, Portinari participa de la elite intelectual brasileña en una época en la cual se verificaba un notable cambio en la actitud y en la cultura del país. Al final de la década de treinta se consolida la proyección de Portinari en Estados Unidos. En 1939 hace tres grandes paneles para el pabellón de Brasil en la Feria Mundial de Nueva York. En este mismo año el Museo de Arte Moderna de Nueva York adquiere su obra O Morro. En 1940, participa de una muestra de arte latinoamericana en el Riversidade Museum de Nueva York y expone individualmente en el Instituto de Artes de Detroit y en el Museo de Arte Moderna de Nueva York, con gran éxito de crítica, venta y público. En diciembre de este año la Universidad de Chicago publica el primer libro sobre el pintor, Portinari, His Life and Art, con introducción del artista Rockwell Kent e incontables reproducciones de sus obras.
En 1941, Portinari ejecuta cuatro grandes murales en la Fundación Hispánica de la Biblioteca del Congreso en Washington, con temas referentes a la historia latinoamericana. Después de regresar a Brasil, realiza en 1943 ocho paneles conocidos como Série Bíblica, ampliamente influenciado por la visión picassiana de Guernica y bajo el impacto de la 2ª Guerra Mundial. En 1944, invitado por el arquitecto Oscar Niemeyer, empieza las obras de decoración del conjunto arquitectónico de Pampulha, en Belo Horizonte, Minas Gerais, destacándose el mural São Francisco y la Via Sacra, en la Igreja da Pampulha. La escalada del nazifascismo y los horrores de la guerra refuerzan el carácter social y trágico de su obra, llevándolo a la producción de las series Retirantes y Meninos de Brodósqui, entre 1944 y 1946, y a la militancia política, filiándose al Partido Comunista Brasileiro y se presentó como candidato a deputado, en 1945, y a senador, en 1947.
Aun en 1946, Portinari vuelve a Paris para realizar su primera exposición en tierras europeas, en la Galerie Charpentier. La exposición obtuvo gran repercusión y Portinari fue agraciado por el gobierno francés, con la Légion d’Honneur. En 1947 expone en el Salón Peuser, de Buenos Aires y en los salones de la Comisión Nacional de Bellas Artes, de Montevideo, recibiendo grandes homenajes por parte de artistas, intelectuales y autoridades de ambos países. El final de la década de 40 apunta el início de la exploración de los temas históricos a través de la afirmación de la pintura en tapias. En 1948, Portinari se exilia en Uruguay, por motivos políticos, donde pinta el panel A Primeira Missa no Brasil, encargado por el Banco Boavista do Brasil.
En 1949 pinta el gran panel Tiradentes, narrando episodios del juzgamiento y ejecución del héroe brasileño que luchó en contra del dominio colonial portugués. Por este trabajo Portinari recibió, en 1950, la medalla de oro concedida por el jurado del Premio Internacional de la Paz, reunido en Varsovia. En 1952, atendiendo la encomienda del Banco da Bahia, realiza otro panel con temática historica, Chegada da Família Real Portuguesa à Bahia y empieza los estudios para los paneles Guerra e Paz, ofrecidos por el gobierno brasileño a la nueva sede de la Organización de las Naciones Unidas. Concluidos en 1956, los paneles, midiendo aproximadamente 14×10 m cada uno – los mayores hechos por Portinari – se encuentran en el hall de entrada de los delegados del edificio sede de la ONU, en Nueva York.
En 1954 Portinari realiza para el Banco Português do Brasil el panel Descobrimento do Brasil. En 1955, recibe la medalla de oro concedida por el Internacional Fine-Arts Council de Nueva York, como el mejor pintor del año. En 1956, Portinari viaja hacia Israel, por invitación del gobierno de aquel país, exponiendo en diversos museos y haciendo dibujos inspirados en el contacto con el recién creado estado israelí y expuestos posteriormente en Boloña, Lima, Buenos Aires y Rio de Janeiro.
En este mismo año Portinari recibe el premio Guggenheim de Brasil y, en 1957, la Mención de Honor en el Concurso Internacional de Acuarela del Hallmark Art Award, de Nueva York. Al final de la década de 50, Portinari realiza diversas muestras internacionales. Expone en Paris y Múnich en 1957. Es el único artista brasileño a participar de la exposición 50 Años de Arte Moderna, en el Palais des Beaux Arts, en Bruselas, en 1958. Como invitado de honor, expone 39 obras en sala especial en la I Bienal de Artes Plásticas de la Ciudad de México, en 1958. En este mismo año expone en Buenos Aires. En 1959 expone en la Galería Wildenstein de Nueva York y, juntamente a otros grandes artistas latinoamericanos como Tamayo, Cuevas, Matta, Orozco, Rivera, participa de la exposición Colección de Arte Interamericana, en el Museo de Bellas Artes de Caracas. Cândido Portinari murió el 6 de febrero de 1962, cuando preparaba una gran exposición de aproximadamente 200 obras por invitación de la alcaldía de Milán, víctima de intoxicación por las tintas que utilizaba.